
En una jornada llena de ilusión y repleta de emociones, organizada por Fundación También, un grupo de pequeños y jóvenes con discapacidad severa han podido sentir lo que supone la velocidad y el deporte del esquí guiados por el mejor de los acompañantes que podrían desear. Jan Farrell, esquiador de reconocido prestigio a nivel mundial en el deporte del Speed Ski y enviado de “Santa” a la pista de nieve Madrid Snozone, ha sido el encargado de hacerles felices esquiando con ellos impartiéndoles la increíble sensación de libertad que genera los descensos y los beneficios de disfrutar de una actividad tan estimulante como es el esquí.
El momento más emotivo de la jornada fue cuando al final de la actividad los niños tuvieron la preciosa sorpresa de Navidad de recibir bonitos muñecos llegados directamente de las manos del propio Papá Noel desde Laponia y entregados por un emisario tan especial como Jan Farrell. El propio Farrell aprovechó el momento para transmitirles, en nombre de “Santa”, una muy Feliz Navidad y felicitar a los más pequeños por su valentía al animarse a bajar la pista de Madrid SnoZone y participar de la maravillosa experiencia que reporta el esquí adaptado.
La práctica del esquí adaptado resulta una experiencia gratificante para personas con discapacidad. El contacto con la nieve y la adrenalina del esquí predisponen hacia una mentalidad proactiva, elemento esencial para personas como los beneficiarios que se dieron cita ayer.

El deporte adaptado: una acción para la inclusión de las personas con discapacidad
Gracias a la adaptación, las personas con discapacidad pueden conseguir integrarse en espacios de inclusión. La realización de jornadas con actividades deportivas adaptadas en un entorno accesible son una ocasión única para el beneficio de los participantes, con y sin discapacidad, al integrar los valores y aprovechar las mejoras que suponen la práctica deportiva. La posibilidad de compartir estas experiencias en una actividad colaborativa y/o grupal como son estas actividades deportivas favorece la autopercepción de la persona con discapacidad con respecto a sus posibilidades y eleva su autoestima, que es un proceso psicológico fundamental para dentro del trabajo de superación personal.
Actividades como el esquí adaptado potencian y atraen a la participación de los más pequeños al tratarse de una actividad muy enriquecedora además de proporcionar la posibilidad de aplicar las habilidades adquiridas en un entorno de total normalización. Esquiar con amigos o familiares disfrutar con ellos de las actividades de ocio contribuye en el desarrollo de la autoestima y la confianza en las propias posibilidades para afrontar la vida diaria.
Imágenes de: David Agüero y FT