
Ir a un partido de baloncesto siempre es emocionante y más aún si se disfruta con familia y amigos. Este es el ambiente habitual de un partido del Movistar – Estudiantes y nosotros tuvimos la oportunidad de comprobarlo gracias a Fundación Caixabank. Más de 50 personas, 22 con diferentes discapacidades, familiares, voluntarios de Caixabank y equipo técnico de Fundación También disfrutamos de un partido que dio como resultado la victoria y subida a primera división del Movistar – Estudiantes.
El Wizink Center nos recibió con una total accesibilidad e inclusión, dado que las localidades para las personas con movilidad reducida estaban al mismo nivel del acceso desde la calle sin escalones ni tener la necesidad de acceder a través de ascensores. Además, esta localización podía ser compartida con los familiares y los que no tenían discapacidad motora pudieron estar en el mismo sector teniendo la oportunidad de compartir la experiencia todos juntos.
La buena visibilidad que ofrecía estas localidades fue clave para que esta vivencia fuera tan cautivadora. Estar tan cerca del campo y tener la ocasión de ver a los jugadores tan de cerca fue una experiencia nueva para muchos de nuestros chicos y chicas, que se hicieron fans absolutos del Estudiantes y los animaron con verdadero fervor. La misma mascota del equipo, el delfín «Ramiro» (bautizado así por pertenecer este equipo al Colegio Ramiro de Maeztu), tuvo parte de la «culpa» pues nos enviaba sus buenas vibraciones conectando y motivándonos en múltiples ocasiones.
Pasadas las dos horas de partido todas las impresiones del grupo fueron muy positivas, agradeciendo mucho la posibilidad de asistir a este tipo de actividades diferentes. Nosotros agradecidos de poder pasar este tiempo de calidad juntos y demostrar que el ocio también puede y debe ser accesible e inclusivo para todos.