
¿Os acordáis de «Surfing Barriers»? Ese curso de iniciación en surf adaptado y visita cultural para personas con diferentes discapacidades que hizimos del 14 al 20 de mayo junto a la colaboración y la presencia de la asociación italiana «Il Cassetto dei Sogni» gracias a la financiación de Erasmus Plus Proyects. Pues del 5 hasta el 12 de septiembre trece participantes españoles nos fuimos a Bolonia a realizar «Fight for Inclusion» («Lucha por la Inclusión»), la segunda parte de este proyecto llamado «Sport as a tool for inclusion» («Deporte como herramienta de inclusión»).
El primer día nuestros anfitriones italianos nos prepararon una actividad de defensa personal en las que aprender diversas formas de saber marcar distancias para evitar el confrontamiento y también poder defenderse ante un posible ataque. Mientras que por la tarde estrechamos lazos mientras recorrimos 6 kilómetros de senderismo para visitar el cercano pueblo de Tolè, en la zona de Emilia Romagna.
El segundo día tocó escalada adaptada en Bolonia ciudad, un deporte que potencia la habilidad física y en especial el desarrollo del equilibrio y potenciar también la fuerza. Cuando acabamos recorrimos Bolonia para ver lo más representativo de esta ciudad italiana: sus torres de función militar defensiva y los pórticos, que son Patrimonio Mundial por la UNESCO, pues hay que recordar que esta obra maestra arquitectónica tiene construidos 62 kilómetros de pórticos hechos a partir del siglo XII. Después de este intenso día cerramos jornada saboreando un delicioso helado artesanal.
El tercer día relajamos el cuerpo y la mente haciendo yoga adaptado. Además, este deporte mejora la movilidad y nos ayudó a analizar las energías que nos ayudasen a asimilar todo lo que habíamos vivido y disfrutar aún más si cabe de todo lo que nos deparaba esta semana. Para finalizar el día hicimos pesca deportiva.
El cuarto día visitamos el Santuario de San Luca, otro de los símbolos de Bolonia y que está conectado con el casco histórico a través de una columnata de 600 arcos en 4 kilómetros. Luego admiramos la Plaza Mayor de Bolonia, con sus nada más ni nada menos que 115 metros de longitud y 60 metros de anchura en el que se pueden admirar el Palazzo dei Banchi, la Basílica de San Petronio, el Palazzo dei Notai y el Palazzo d´Acursio.
El quinto día fuimos a Marina di Rávena, donde hicimos escalada al aire libre con la «Associazione Istrice», una de las actividades que más éxito tuvo. Luego disfrutamos de las olas y nadamos en la playa. El sexto y último día disparamos «carbine laser» para fomentar la concentración y finalizamos la nuestra experiencia con la evaluación final que acabó con la entrega del «youth pass», una certificación de educación no formal en Europa.
Por último, nos quedamos con las reacciones ante esta rica experiencia multicultural. Gracias a todos:
«Fue una experiencia inolvidable, me lo pasé realmente bien pudiendo conocerlos a todos un poco mejor. Mi parte favorita fue cuando subimos las escaleras infinitas, me reí muchísimo. Aun que sinceramente todo el viaje fue muy divertido».
«Ha sido sin duda el viaje más profundo, no sólo por el país, la cultura y todo súper distinto, si no porque en este viaje la cohesión con el grupo ha sido extraordinaria, la comunicación ha sido nuestra base, y la expresión no verbal un avance, os doy las gracias por hacer que mi corazón vuelva cada día latiendo más fuerte. Infinitas gracias».
«Fue un encuentro cultural, muy enriquecedor, donde se puede aprender de una cultura diferente. Así como aprender a valorar desde otro sentido la nuestra, en definitiva, diversión, viaje muy diverso, donde hubo momentos para todos, aprender, crecer, reir y llorar pero sobre todo hubo momentos de diversión».
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